Deportes Ovalle tendrá el sábado a las 20.00 horas en el estadio Municipal un compromiso ante Barnechea que encierra una especial trascendencia para su futuro inmediato y de largo plazo.
En primer lugar la obligación de ganar para continuar manteniendo encendida la llama de la ilusión de un paso a la siguiente etapa y, además, dejando en el camino a un adversario tozudo que tiene la misma cantidad de puntos y similar posición en la tabla. Cualquier otro resultado sería resignar casi de manera definitiva sus aspiraciones a una clasificación.
La otra relevancia que tiene el compromiso del sábado en la avenida La Chimba – esta vez para su futuro -es la respuesta de apoyo que tendrá el hincha limarino , por una parte para estimular al equipo en la cancha, y en segundo lugar para mostrar con una asistencia numerosa su compromiso con el equipo y con el club.
Eso como una manera de despejar, aunque sea momentáneamente los fantasmas que una vez más rondaron por la tienda verde esta semana cuando los jugadores amenazaron con no presentarse a jugar si el club no les pagaba los sueldos del mes de mayo aún pendientes. De acuerdo a un comunicado oficial del club, eso se estaría cumpliendo este viernes.
En lo deportivo los rivales del fin de semana han mostrado este año un asombroso equilibrio. De hecho el 16 de mayo empataron sin goles en Barnechea en un partido en el que por fútbol debió ganar el dueño de casa, aunque por oportunidades pudo hacerlo Ovalle. Recordemos que en esa ocasión Jorge Canales, faltando tres minutos para el final, no convirtió un lanzamiento desde los doce pasos.
Es más, ambos están ubicados en el quinto lugar de la tabla ( con 13 puntos, aunque la diferencia de gol favorece al elenco limarino) y con inequívocas intenciones de ubicarse entre los cuatro primeros.
Entonces la del sábado será la oportunidad para que los pupilos de Cristián Muñoz establezcan sobre su eventual rival la diferencia en la cancha y en la tabla de pociones. Porque, lo dijimos más arriba, en este fin de competencia para el elenco verde ya no hay margen para el error
En primer lugar la obligación de ganar para continuar manteniendo encendida la llama de la ilusión de un paso a la siguiente etapa y, además, dejando en el camino a un adversario tozudo que tiene la misma cantidad de puntos y similar posición en la tabla. Cualquier otro resultado sería resignar casi de manera definitiva sus aspiraciones a una clasificación.
La otra relevancia que tiene el compromiso del sábado en la avenida La Chimba – esta vez para su futuro -es la respuesta de apoyo que tendrá el hincha limarino , por una parte para estimular al equipo en la cancha, y en segundo lugar para mostrar con una asistencia numerosa su compromiso con el equipo y con el club.
Eso como una manera de despejar, aunque sea momentáneamente los fantasmas que una vez más rondaron por la tienda verde esta semana cuando los jugadores amenazaron con no presentarse a jugar si el club no les pagaba los sueldos del mes de mayo aún pendientes. De acuerdo a un comunicado oficial del club, eso se estaría cumpliendo este viernes.
En lo deportivo los rivales del fin de semana han mostrado este año un asombroso equilibrio. De hecho el 16 de mayo empataron sin goles en Barnechea en un partido en el que por fútbol debió ganar el dueño de casa, aunque por oportunidades pudo hacerlo Ovalle. Recordemos que en esa ocasión Jorge Canales, faltando tres minutos para el final, no convirtió un lanzamiento desde los doce pasos.
Es más, ambos están ubicados en el quinto lugar de la tabla ( con 13 puntos, aunque la diferencia de gol favorece al elenco limarino) y con inequívocas intenciones de ubicarse entre los cuatro primeros.
Entonces la del sábado será la oportunidad para que los pupilos de Cristián Muñoz establezcan sobre su eventual rival la diferencia en la cancha y en la tabla de pociones. Porque, lo dijimos más arriba, en este fin de competencia para el elenco verde ya no hay margen para el error
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